Una patria desangrada entre moradores aterrorizados,
Cercados y amenazados por todos los ángulos.
Un país que fallece en el hambre,
La pobreza y la miseria con pocos lastimeros
Una nación donde la muerte
Recorre sin ritos en los espacios vacios
Jaurías de delincuentes, gendarmes asesinos,
Tiranos usurpadores y sádicos carceleros
Subyugan sin timidez la candidez de mis pueblos.
La francachela se combina con la foránea pandemia
Y los canallas montan sus orgias con bambalinas.
Se embriagan de indiferencia mientras la orfandad
Cunde las tierras marchitadas
La peregrinación de las sustancias
Que deambulan no escapan de sus penas
Las obscenidad se regodea
De alegóricos festines auríferos
Y la morbosidad de los verdugos
Se baña sobre la sangre inocente.
Todos miran una tortura sigilosa y sosegada
Mientras hacen sus encargos de macabras publicidades
En Venezuela nos están matando
Con todas las armas y todos los estilos
Mientras sanguijuelas se babean
En los carnavales electorales.
Las opciones de vivir se agotan
Dejando la dignidad como bandera
Para honrar las lágrimas descompuestas.
Los caminos se despejan dejando
Un solo sendero a transitar:
La unidad de mis hermanos
En rebelión General…
Reynaldo J. Cortés G.