jueves, 10 de noviembre de 2016

EN MEDIO DEL DESASTRE... ABRIR CAMINOS DE ESPERANZA

De retorno a San Juan de los Morros, después de un periplo vivencial de 9 años en latitudes centro-costeros del país, me consigo con la penosa realidad de conseguir un municipio devastado por la indiferencia gubernamental y por una cierta conformidad o resignación de sus pobladores.
Vasta recorrer las calles o permanecer en la tranquilidad del hogar para constatar la trágica realidad, de ver como no sale agua de las grifos; los apagones eléctricos a diario; las calles destrozadas; la falta de alumbrado público; las carencias en el sistema de salud y educativo; la irregularidad de la recolección de la basura; la inseguridad desatada; etc., etc., etc, sin dejar de sumar del desabastecimiento de alimentos, medicinas y auto-partes; el desempleo y sub-empleo. En definitiva, el municipio no escapa de la grave crisis que vive Venezuela, por lo que no nos cabe dudas, que el actual régimen de Maduro y sus representantes en los municipios y en general el Estado Guárico (alcaldes, gobernador, concejales y diputados regionales y nacionales del PSUV) han demostrado un rotundo fracaso en la conducción del gobierno, su gestión gris se ha caracterizado por desaciertos, ineficiencia en el ejercicio de la función pública; por ejecutar una política autoritaria, criminalizante, segregacionistas a toda disidencia; asimismo de impulsar medidas económicas improvisadas, carentes de contenido, perspectivas, apátridas, además de despilfarrar, desviar y asaltar las finanzas públicas, esto nos lleva a ser determinantes en afirmar y mantener, que estos señores no deben seguir gobernándonos. 
Pero el drama no solo queda aquí, la situación se agrava cuando se devela que sectores importantes de las fuerzas opositoras locales, encargada de asumir la defensa y salvación del municipio del actual desastre, hoy se encuentran entretenidas, desgarrándose las embestiduras dentro de una trifulca domestica, llena de todo tipo de triquiñuelas y pactos de campañas tránsfugas, enmarañada en aspiraciones electoreras y coloreadas del más burdo oportunismo individualista, que en su trasfondo utilizan la labor política como un medio de oportunidades para resolver su vida económica. 
Pese a esta tragedia, nos llena de esperanza el saber que en el seno del pueblo Rosciano anidan deseos de cambio y disposición a luchar para lograr las transformaciones planteadas para la Venezuela del futuro. Esta gran masa anónima de hombres y mujeres se convierten hoy en la reserva estratégica y moral de un nuevo municipio que tocara reconstruir.
En consecuencia, serán los ciudadanos Roscianos y quienes han escogido estas tierras como suyas, los responsables de signar el destino de nuestra sociedad en el marco de la dinámica política, económica y cultural, por lo que es una falacia pretender esperar que nos llegue un mesías celestial, un caudillo con capa y sombrero o que los dedos del PSUV y la MUD decidan según ellos, quienes son las mentes iluminadas que deben gobernar el municipio y el Estado.
Son los tiempos del ciudadano para forjar la unidad primaria, la unidad superior, la unidad de una muchedumbre de ciudadanos en cada calle y en cada pueblo de nuestra geografía municipal, que permita de manera autónoma y organizada, levantar sus voces contra el estado de desastre, pobreza, miseria e indefensión en la que nos encontramos.
Son los tiempos del ciudadano para establecer alianzas estratégicas con los movimientos sociales, gremios, sindicatos y partidos consecuentes con las luchas del pueblo y así generar las líneas programáticas, la acción cívica de calle y el impulso de miles de liderazgos que propugne por la reconstrucción del municipio, el Estado y el país. 
Son tiempos de los ciudadanos para impulsar las asambleas de ciudadanos democráticas y populares como instrumento estratégico de una nueva democracia cimentada el poder creador de los ciudadanos. 
REYNALDO J. CORTES G.

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