Corazón de Venezuela… En coma:
La lucha reivindicativa debe pasar al
combate político.
En los últimos
meses el flamante vocero de la dictadura en el Ministerio de Educación y
secundada por sus acólitos en las Zonas Educativas y Distritos Escolares, han venido tratando de convencer a todo el
sector educativo, de que el pírrico salario de los maestros, obreros y personal
administrativo y el colapso del sistema educativo venezolano, tiene su origen en
el bloqueo imperialista.
Esta verborrea
insípida, ha sido acompañada con toda una caravana de mentiras y fanfarronerías,
como si estuviera tratando con los artrópodos, que ellos sostienen a punta de
migajas, chantajes y amenazas.
La verdad
verdadera es que la dictadura, ha hecho muy bien su política de destrucción
general de la república, el presupuesto educativo desapareció de las
instituciones, para desviarse a los bolsillos de sus testaferros nacionales y
regionales; las infraestructuras educativas débilmente se mantienen; el salario
se extinguió y los contenidos pedagógicos los torcieron a favor del despotismo
del régimen.
La instauración
del neo-esclavismo laboral en Venezuela, no solo se manifiesta, en trabajar
gratis para la dictadura, sino que también, los empleados públicos y en
particular los docentes, administrativos y obreros del sector educativo, son
obligados a financiar la educación, en un acto innovador, de lo que sería una
privatización velada de la educación, con mano de obra esclava.
El ministro
Istúriz, tiene la desfachatez de imponer un inicio de clases virtual y semi-presencial,
en un país donde el sistema eléctrico, el servicio de internet, los medios de
transporte, etc. son un caos, además de la falta de dotación de bioseguridad de
cara a la crisis de la pandemia del coronavirus. A esto le sumamos, que solo
una mínima porción de la población, cuenta con equipos tecnológicos para las
clases virtuales, mientras la mayoría nacional no tiene acceso para financiar
estos aparatos y servicios.
Nuestros
docentes. Noble vanguardia que ha librado mil batallas en defensa del salario y
la educación, a 21 años de dictadura, ya no puede tener espacios
para las dudas; ni caer en cuentos chimbos, sobre todo, la dirigencia gremial.
Sean estos, colegios y sindicatos profesionales o de trabajadores cuyo patrón es
directamente el Estado.
A esta altura del partido, no hay
medias tintas, el país está dividido entre demócratas y afectos a la dictadura;
esa cosa extraña que llaman nini en los centros laborales, simplemente son las
voluntades vacilantes; que, en todo proceso social, pretenden estar bien con
dios y con el diablo, no hablan mal del gobierno ni de la oposición, pero al
mismo tiempo hablan mal de los dos, tienden a no fijar posición firme sobre una
tendencia, pero a la final, se inclinan en la balanza, adonde tenga el mayor
peso, su estabilidad económica individual.
En este sentido, la direccionalidad
de la lucha laboral y salarial no debe ser bajo la primicia de la concepción de
los sectores vacilantes, las demandas reivindicativas deben politizarse de
forma abierta y franca en el seno de los agremiados, por lo que exige; dirigentes
gremiales, que democraticen y fortalezcan sus estructuras, eduquen a sus
agremiados, en base al momento histórico que transitamos, y esto no es otra
cosa, que concienciar a los profesionales y trabajadores de la administración pública,
a los educadores, administrativos y obreros del sector educativo, de que la
solución y rescate de sus beneficios labores y la dignificación salarial, parte
por el derrocamiento de la dictadura. De tal manera, que el sector profesional
dependiente del Estado debe propiciar y contribuir con las fuerzas democráticas
en la materialización por lograr la libertad.
Los docentes, y todos los esclavizados que están en la administración pública de esta oprobiosa dictadura, deben unificarse para enfrentar el chantaje político impuesto por el régimen, que se traduce en adormecer la lucha con la manipulación de que los trabajadores no deben vincular el tema reivindicativo y salarial con la lucha política; deben unificarse para enfrentar las mentiras de un ministro que le niega a la educación presupuesto y salarios dignos, supuestamente por culpa de una fulano bloqueo imperialista; deben unificarse para enfrentar la percusión y represión de los lacayos regionales y municipales; deben unificarse para luchar por una educación publica, gratuita, científica y de calidad y deben unificarse para contribuir con el derrocamiento de la dictadura sin vacilaciones.
Por salarios dignos, abajo la dictadura…
“las utopías tienen fuerza material cuando se construyen con nuestras
propias manos”
Reynaldo J. Cortés G