Corazón
de Venezuela… En coma:
La represión
como institución de la dictadura:
La desidia y la prepotencia de un
alcalde y un gobernador, es caldo de cultivo para despertar las fuerzas rebeldes
de un pueblo de forma expedita, es el caso de El Socorro, capital del municipio
de su mismo nombre, ubicado al oriente de las pampas llaneras del Estado
Guárico.
Sus habitantes,
quienes al igual que todos los venezolanos viven el drama del alto costo de la
vida, el incremento en la ineficiencia de la distribución de gas domestico y la
gasolina, la reanudación de los apagones y racionamientos de la energía
eléctrica, el deterioro del sistema de salud, educación, servicios públicos en
general, etc. todo esto han puesto contra la pared toda una población, pero al mismo
tiempo, han sido víctima del abuso de poder de quienes dirigen la municipalidad
y de quienes hoy, apropian las armas de la república, con la avenencia por su
puesto, del regente regional, sin dejar por fuera el cordón de aduladores y
delatores que a sueldos de migajas, mantienen en las comunidades.
Resulta que
estos mercachifles de la política, no solamente han utilizado el poder para
hacer negocios, sino que además, tal guapetón con patente de corso se han
dedicado a trasgredir de manera permanente y sistemática la dignidad de todo un
pueblo, se arrogan el poder de manejar un municipio como una propiedad feudal.
Fanfarrones con fuetes que caminan aireando su soberbia cual reencarnación de
Boves el sanguinario, hasta que la rueda se le salió a la carreta. Eso fue lo
que paso en El Socorro, Santa María de Ipire, Zarazas, Valle de la Pascua,
Cabruta en los últimos meses.
Una masa
anónima, dirigida por la dignidad y sus liderazgos naturales, dijeron basta, y
salieron a la calle a exigir de manera cívica, lo que por ley, tienen por
derecho. Y cuál fue la respuesta de los caudillitos criollos, nada más y nada
menos, que asumir la ley por sus propias manos, al más patético estimo del
lejano oeste. El alcalde Socorreño, iracundo porque perdió el bravío de su
fuete, echo dedo al que mejor se le ocurrió, y fue a la caza del dirigente
Carlos Campo, sin procedimiento, ni orden judicial, sin pruebas, sin fiscales y
mucho menos defensores públicos, para perpetuar un secuestro con su gendarmería
personal; en la operación, muy semejante a la hamponil, fue víctima la señora Campos
sin tener vela en ese entierro.
Lo mismo ocurrió
con la familia de Ángel Bravo, que fue secuestrada en su propia casa, hasta que
el referido se entregase a las autoridades militares –una familia
secuestrada– estamos hablando de
mujeres, niños y anciana que no podían salir de su hogar para nada, porque si
lo hicieren, serian capturados. Gracias a la solidaridad de los vecinos los
rehenes lograron dotarse de alimentos y agua; sin embargo, por medio de la
transmisión de un video en las RRSS, la familia clamaba socorro ante el riego,
de que el confinamiento les ocasiones afectaciones de salud.
En medio del
alzamiento popular un joven fue herido de bala en una pierda y se encuentra sin
la atención medica correspondiente, el joven requería ser trasladado a Valle de
la Pascua, pero la falta de ambulancia, gasolina o dinero a imposibilitaba su trasladado
a un centro hospitalario por lo que el joven convalecía a la gracias de dios.
El caso del
secuestro de la familia Bravo y del joven herido fueron consecuencia de un
pueblo, que, cansado de sus penurias y ante el secuestro de Campos, salió a la
calle a exigir su libertad, situación que genero en violencia, cuando cuerpos
de seguridad del Estado, actuaran contra la manifestación cívica, y que, en
contraofensiva dirigió sus fuerzas contra los responsables directos de sus
males.
La realidad de
hoy es que el caudillito local y el caudillo regional, en un acto de ocupación
bélica tomo el pueblo de El Socorro y han establecido un toque de queda, les han
corta la energía eléctrica y las comunicaciones, suspendieron todos los
derechos constitucionales, persiguen, detienen, arrestan y aterroriza, cual
fuera zona de guerra africana, en flagrante acto de violación de los derechos
humanos.
En tiempos de
dictadura la principal fuerza de los ciudadanos es la resistencia y la
solidaridad, además de mantener la lucha contra la dictadura hasta conquistar
la libertad. La dirección política de la oposición democrática en el Estado,
está llamada a ponerse al frente de las luchas del pueblo, dirigir la ofensiva
contra el régimen con todas las formas de luchas necesarias, y al mismo tiempo,
tiene que asumir la defensa de los derechos humanos; denunciar a viva voz los
atropellos, la criminalización de la protesta, el terrorismo de Estado y la
institucionalización de la represión que ejerce la dictadura, de la cual hoy,
es víctima nuestros hermanos de El Socorro y el reciente secuestro de Secretario
General de Voluntad Popular en Guárico, Yovanni
Salazar y sus acompañantes. En esto no hay medias tintas ni vacilaciones.
El glorioso
pueblo de El Socorro se encuentra en un repliegue táctico, educándose,
organizándose y alistándose para los nuevos combates, que se han de librar en
momento más oportuno.
GLORIA A LOS BRAVOS
SOCORREÑOS DEL GUÁRICO…
LIBERTAD
INMEDIATA A CARLOS CAMPOS…
LIBERTAD
INMEDIATA A YOVANNI SALAZAR…
“las utopías
tienen fuerza material cuando se construyen con nuestras propias manos”
Reynaldo J.
Cortés G.
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